Yuniet Rodríguez, nueva administradora de Caja Central IEE

Recibid saludos de parte de todos los miembros de la CP. En nombre todos os escribo para notificaros la incorporación de la nueva administradora de Caja Central de la IEE, Yuniet Rodríguez, que a partir del próximo día 1 de noviembre estará contratada para el cargo.

Queremos en primer lugar agradecer el ministerio y trabajo del pastor Juan Varela al frente de la administración de la Caja Central de la IEE, lo que nos ha proporcionado garantías, trabajo riguroso y un seguimiento de los temas en tiempos muy difíciles que nos han ayudado a superar muchas dificultades. Los años al frente de este puesto han sido de los más complejos y también los que han correspondido con la batalla de las pensiones. Confiamos en que la continuación de su ministerio pastoral seguirá siendo de gran bendición.

Con respecto a Yuniet Rodríguez, ha superado el proceso de selección que hemos compartido en todo momento con los Presbiterios, y confiamos en que contamos con una persona vocacional y formada. En lo que respecta al puesto, Yuniet es profesionalmente administrativa, a lo que suma su formación teológica y los años de vinculación con la IEE en Madrid (desde 2013). Uno de sus principales avales es el trabajo realizado con el Consejo de Iglesias de Cuba, pero sobre todo lo es su vocación por servir a la iglesia de Jesucristo.

Confiamos en el Señor que ejercerá un buen ministerio entre nosotros y oramos por ella.

Pastor Israel Flores Olmos, Secretario Primero de la Comisión Permanente De la Iglesia Evangélica Española

In Memoriam: pastor Alberto Araujo Fernández (1929-2020)

Alberto Araujo Fernández (Madrid, 21 de noviembre de 1929 – Alicante, 14 de septiembre de 2020), pastor evangélico, hijo y nieto de pastores, comprometido ecumenista, traductor, profesor, marido, padre, abuelo y bisabuelo, desarrolló su ministerio en años convulsos. Las notas que siguen, necesariamente fragmentarias, recogen algunos elementos de una vida y obra extraordinariamente fecundas.

Infancia y juventud

Pastor Alberto Araujo
Pastor Alberto Araujo
La infancia de Alberto Araujo, el menor de los nueve hijos del pastor y catedrático de instituto Carlos Araujo García y María Fernández Muñiz, se desarrolló durante la II República y la Guerra Civil española.

Pocos meses tras su nacimiento, el 14 de abril de 1931, se proclamaría la II República. Ilusionado con las posibilidades que el nuevo régimen abría en materia de educación, su padre obtuvo plaza de Catedrático de Instituto Lengua y Literatura Española, desplazándose con su familia a Alcázar de San Juan (Ciudad Real), entonces una pujante localidad dotada de un importante nudo ferroviario.

La decisión del pastor Carlos Araujo se explica por el estrecho vínculo existente entre la educación y la Reforma protestante. Es claro que el avance de la Reforma, que propone una lectura individual de las Escrituras y una visión crítica y liberal de la realidad, exige un cierto grado de formación. Por ello, los colportores y misioneros llegados a lo largo del siglo XIX advirtieron de la necesidad de apoyar medidas para superar el enorme retraso educativo de la población española, abriendo escuelas en cada punto de misión. Los pastores entendieron, a su vez, necesario dar ejemplo, acudiendo a las Universidades. Así lo había hecho Carlos Araujo Carretero, el primer pastor de los Araujo y padre de Carlos Araujo García, quien se licenció en Ciencias, y quien reclamó un esfuerzo correspondiente de sus hijos e hijas, como sucedería en las generaciones posteriores.

Todo cambió cuando comenzó la Guerra Civil, el 18 de julio de 1936. La guerra y la dictadura posterior aplastarían ese sueño de una España en progreso educativo y abierta a Europa. Además de llevarse a su hermano mayor, caído en el frente de Madrid, su final acabaría con el proyecto educativo de su padre, quien perdió la plaza de Catedrático. A ello se sumó la represión, que llevó al pastor Carlos García a ser encarcelado como funcionario de la República durante varios meses, como tantos miles de españoles. El sueño de una España con educación amplia y abierta debería esperar.

Tras la guerra y el tiempo en prisión, la familia se asentó nuevamente en Madrid. Tras unos primeros años de grave represión de todo lo relacionado con el protestantismo (incluida la amplia red de escuelas repartidas a lo largo de España, cerradas todas inmediatamente, y de las que solo se conserva el Colegio El Porvenir, situado en la calle Bravo Murillo de Madrid), se fueron abriendo, en régimen de tolerancia forzada en parte por presiones internacionales, algunas iglesias. En la Iglesia del Redentor de la calle Noviciado, 5 de Madrid retomó Carlos Araujo García su ministerio. En la vivienda pastoral de ese edificio transcurrió la juventud de Alberto.

Años de formación

Alberto finalizó los estudios en el Instituto Cardenal Cisneros, al que accedió por examen de ingreso sin haber podido asistir a la escuela primaria. Tras ello, cursó estudios de Teología en el Seminario Evangélico de Madrid mientras estudiaba Filología Semítica en la Universidad Central de Madrid, lo que le permitiría examinar las Escrituras en sus idiomas originales.

La Filología acompañaría a Alberto toda su vida, impulsando una manera propia de analizar los textos sagrados. Textos como ‘Bienaventurado el varón… en la Ley del Señor está su delicia, y en su ley medita de día y de noche’ (Samos 1:2) y ‘Escudriñad las Escrituras’ (Juan 5:39) testimonian esa entrega, que le llevaba a ir a todas partes con su nuevo testamento griego bajo el brazo, y pasar horas en su biblioteca en estudio reposado, prefiriendo la intuición y la profundidad del contenido al orden sistemático.

Tras su Licenciatura, se abrió una puerta para que cursara Teología en la Universidad de Glasgow, donde llegó a comienzos de 1955. Entre los distintos profesores de la Facultad, recordó siempre con especial aprecio a William Barclay, conocidísimo pastor y profesor de Teología, autor de numerosos comentarios bíblicos (obra que Alberto traduciría años después) y muy recordado por sus amenos programas radiofónicos semanales, seguidos por miles de personas.

En Escocia, Alberto conocería a la que sería su esposa, Lilias Boyd, con quien contraería matrimonio en Glasgow el 19 de noviembre de 1958. El padre de Lilias, John (Jack), recordaría años después el momento de la partida en tren de la pareja, ya casada, hacia España, cuando se volvió a su esposa, Lily, preguntándose si volvería a ver a su hija alguna vez. Ciertamente, la distancia entre Escocia y España en 1958 era enorme, en todos los posibles sentidos.

A lo largo de sus más de 60 años de matrimonio, Lilias hizo posible que Alberto siguiera su misión proporcionando una visión realista que contrastaba con el idealismo propio de su marido. Madre de siete hijos y trabajadora fuera del hogar a tiempo completo, supo soportar con entrega las intempestivas visitas que aparecían a la hora de cenar, cuando no a dormir, señas de identidad en una vivienda pastoral abierta. Justo es recordar que, en esa labor, Lilias encontró la complicidad y la ayuda de distintas personas como Antonia Espinosa, quien convivió con la familia desde 1963 hasta pocos meses antes de su boda con Fernando Castillo en 1970; su amiga Bárbara Carballal, que acudió no pocas veces al rescate.

Años de ministerio en Madrid

En 1963 se inauguró el nuevo edificio en la calle Calatrava, 25, de Madrid, en el lugar de la anterior Iglesia de Jesús, nombre que ha conservado hasta hoy. Para entonces el joven matrimonio tenía cinco hijos, a los que poco tiempo después se unirían otros dos. Alberto fue nombrado pastor ayudante de don Juan Fliedner en esa iglesia hasta el fallecimiento de este último poco tiempo después.

En su tiempo en la Iglesia de Jesús, y además de los multitudinarios cultos dominicales, estudios bíblicos y demás actos de la vida eclesial, Alberto impulsó diversos proyectos, entre los que cabe destacar el colegio que abrió sus puertas en el mismo edificio con el nombre de ‘Juan de Valdés’, y cuya dirección continuaría el pastor Luis Ruiz Poveda, gran amigo y compañero de Alberto, que estructuró el proyecto que ha llegado hasta la actualidad. También fundó el ‘Hogar Evangélico de Ancianas’, que dirigió primero Mari Mateos y posteriormente la inolvidable Rosario Sánchez, que ha continuado hasta 2008. También merece recuerdo el ‘Hogar de Niños’ que dirigieron Guillermo Mora y Leonor Castillo durante muchos años en la cuarta planta del edificio de la calle Calatrava. Alberto también dirigió por un tiempo el Seminario Unido, con sede en el mismo edificio. Un rasgo común de estas obras fue que, si bien ideadas y apoyadas inicialmente por Alberto, crecieron y dieron fruto gracias a las personas en cuyas manos se pusieron, todos ellos colaboradores enormemente valiosos y comprometidos.

En la Iglesia Evangélica Española, Alberto fue compañero y amigo de todos los pastores de su generación. Todos merecen ser recordados aquí; por razones de brevedad se nombran únicamente algunos: Luis Ruiz Poveda, ya mencionado y querido compañero en numerosas batallas; Gabriel Cañellas, con quien compartía su pasión por las Escrituras y la labor del Seminario; José Luis Gómez Panete, convencido como Alberto con la necesidad de actualizar las formas de la IEE; Samuel Arnoso, con quien compartió tantos ratos de reflexión y, desde luego, la familia Fliedner, cuyos miembros (desde Irma y Elfriede a Teodoro, pasando por Don Juan) le apoyaron siempre.

En su ministerio al frente de la Iglesia de Jesús, Alberto Araujo participó de las estrechas relaciones de las iglesias de Madrid, siendo frecuentemente invitado a predicar en las iglesias de los Hermanos, comunidades bautistas, Asambleas de Dios o la Iglesia Episcopal. Convencido ecumenista, profundizó también en la labor de acercamiento a la Iglesia Católica Romana en amistad profunda con D. Julián García Hernando, director del Centro Ecuménico ‘Misioneras de la Unidad’. Del otro extremo, invitó a las comunidades de la Iglesia de Filadelfia, cuyo ministerio tiene lugar principalmente entre la comunidad gitana, a utilizar los salones del edificio, así como a distintos grupos carismáticos y, en la tradición clásica de los avivamientos que acompañan al movimiento evangélico desde su origen.

En otoño de 1975, el pastor Alberto Araujo inició una nueva etapa, congregando a una comprometida comunidad, primero en el sótano de su vivienda en la calle Los Arfe, y posteriormente en un local en el Paseo de Extremadura. Este ministerio continuaría hasta el verano de 1980 cuando, de manera semejante a lo hecho por su padre durante la II República, obtuvo plaza como profesor de instituto, lo que le llevaría a desplazarse a Alicante, donde se desarrollaría la siguiente etapa de su vida y ministerio.

Los años en Alicante

Alberto Araujo llegó a Alicante a los cincuenta años de edad, incorporándose al claustro del instituto ‘Azorín’, de Elda-Petrel, pero viviendo en San Vicente del Raspeig. Su labor docente le permitía compartir su pasión por el conocimiento y la enseñanza, además de proporcionar independencia económica, facilitándole seguir su ministerio pastoral de una manera más libre. Miembro activo de la iglesia dirigida por su buen amigo de juventud Francisco Manzanas, Alberto desarrolló su ministerio en distintas iglesias, entre las que destacan la comunidad de la urbanización ‘La Siesta’, en Torrevieja, y la de Valencia, en complicidad entrañable con el pastor Pedro Arbiol, con quien había coincidido en sus años de estudiante en Escocia. Además de su labor pastoral, en ese período llevó a cabo la traducción completa de los Comentarios al Nuevo Testamento de William Barclay, su profesor en Glasgow.

Viniendo de Madrid, donde había vivido siempre (con la excepción de su niñez en Alcázar de San Juan), se sintió muy atraído por la posibilidad de vivir en el campo. Adquirió con mucho esfuerzo una casa con un gran terreno que llenó de toda clase de animales de granja, desde conejos a cabras y múltiples aves, incluidas gallinas, patos, gansos, palomas y otras. A ello añadió una huerta, que le daría trabajo y satisfacción muchos años. Si bien al comienzo su carácter sensible y la falta de habilidades le hacían sufrir al sacrificar animales o incluso al podar los árboles, los años le enseñaron a bendecir los frutos de la tierra cuidando de la porción de la Creación que le había sido asignada.

En los años siguientes, sus siete hijos le darían dieciocho nietos y, al tiempo de su fallecimiento, 14 bisnietos, para quienes era ‘el abuelete’, como gustaba decir con orgullo. Su Dios Padre, su familia terrenal y sus libros fueron sus grandes amigos. En sus últimos meses examinaba atentamente el libro del Eclesiastés, reflexionando sobre las distintas voces que discuten sobre las limitaciones de la sabiduría y su relación con las bendiciones que Dios otorga a todos, sin excepción.

Su fe sencilla se caracterizaba por la certidumbre en el amor del padre. Nunca temió mal alguno, sabiéndose acompañado por el Padre. Corrió la buena carrera, y le está reservada la corona de justicia, además del recuerdo inolvidable de todos los que le conocieron.

Comunicado de la CP. Protocolo de apertura de lugares de culto

Estimados hermanos y hermanas:

Recibid un saludo fraterno de parte de todos los miembros de la Comisión Permanente.

       Hemos pasado semanas con grandes desafíos bajo el confinamiento a que la pandemia del COVI-19 nos ha llevado. Lamentamos profundamente el fallecimiento de varios miembros de nuestras iglesias en diversos presbiterios y oramos por el consuelo y la fortaleza para los familiares y miembros de las comunidades que han vivido estas pérdidas. A todos les animamos a la confianza en el Señor resucitado para que se renueven en la paz y esperanza que nos brinda el Señor de la vida.

       También tenemos presente a aquellos que se han enfermado y siguen enfermos, oramos por su pronta recuperación y el restablecimiento total de la salud. Tampoco nos olvidarnos de nuestros hermanos y hermanas y de los muchos que en este tiempo se han visto afectados en su vida laboral, con la carga económica que esto conlleva. Confiamos en el Señor que provee y damos gracias a Dios por nuestras comunidades que a pesar de las limitaciones en que estamos han podido continuar con la distribución de alimentos y ayuda solidaria a los de su entorno.

       Aunque aun faltan varias semanas para un progresivo desconfinamiento que nos lleve a poder reanudar las actividades regulares en nuestras iglesias, y en especial de las celebraciones litúrgicas en nuestros edificios de culto, os animamos a irnos preparando y tomar las medidas necesarias previas para poder realizar los cultos y reuniones de manera segura. 

       Para lo anterior se anexa un documento con un “protocolo de apertura de lugares de culto y celebraciones de las iglesias” que contiene tanto un calendario previsto de apertura en la cronología de las fases que el gobierno ha establecido, así como una serie de procedimientos a tener en cuenta antes, durante y después de las celebraciones.

       Así mismo en dicho documento están las indicaciones para celebrar un culto unido  el próximodía 10 de mayo que será retransmitido telemáticamente.

       Finalmente queremos animaros con las palabras del apóstol y que seguramente las hemos hechas nuestras durante este tiempo y que nos permiten vislumbrar el horizonte del futuro con ánimo esperanzador:

¿Quién nos separará del amor de Cristo?

¿Tribulación, o angustia, o persecución,

o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

Como está escrito:

“Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;

Somos contados como ovejas de matadero”.

Antes, en todas estas cosas somos

más que vencedores por medio

de aquel que nos amó.

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte,

ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades,

ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto,

ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada

nos podrá separar del amor de Dios,

que es en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 8:35-39).

Atentamente:

Pastor Dr. Israel Flores Olmos, Secretario Primero CP

Documentos para su descarga:
Comunicado CP-Desconfinamiento
Protocolo Cultos IEE abril 2020 DEF

Comunicado de la CP de la IEE

Desde la Comisión Permanente os enviamos saludos y deseamos que os encontréis con bien, vosotros y vuestras familias. Oramos especialmente por aquellos que están enfermos o tienen familiares enfermos, y desde luego mandamos un abrazo y pedimos el consuelo y la fortaleza en esperanza del Señor por los que han perdido algún ser querido en este tiempo.

Nuevamente nos encontramos con un periodo de reclusión, lo que imposibilita que nos reunamos en nuestros edificios, pero no implica que dejemos de ser iglesia y que no podamos acompañarnos como comunidades de fe y compromiso. Son precisamente estas dos últimas las que caracterizan a la iglesia en tiempos como los que estamos viviendo. La fe que acompaña y el compromiso que sostiene a pesar de todo es lo que permite a la iglesia ser luz y sal de la tierra al ser sustentada por el Buen Pastor. La manera en que enfrentamos este tiempo límite determina lo que somos. La iglesia está llamada a manifestar su fe en el evangelio y el compromiso con el Reino de Dios aun en esta situación de confinamiento.

Sabemos que no solo los pastores sino que los miembros de los consejos y de la iglesia en general se han esforzado para continuar en comunicación y acompañamiento unos de otros. Muchos agradecen los mensajes, las llamadas telefónicas o los correos con saludos y preguntas sobre la situación de cada uno. Os invitamos a continuar en este espíritu de atención de unos por los otros y a seguir orando por los enfermos, no solo de nuestra iglesia, sino del país, y del mundo. Os invitamos a tener presente muy especialmente a los grupos más vulnerables y las regiones más pobres de nuestro planeta donde hacen falta los medios más indispensables para afrontar esta enfermedad.

Ahora contamos con medios electrónicos, el internet y todo lo que esto ofrece para facilitar nuestra comunicación y acompañamiento. Estos ha de redundar para fortalecer nuestra unidad en comunión. Es por todo ello que desde la CP, os invitamos a seguir los materiales que los pastores y pastoras de nuestra iglesia están elaborado para llevar a cabo las celebraciones tanto de semana santa, de los próximos domingo y de los otros días que durará la alerta sanitaria.

Os proponemos estos recursos litúrgicos, de oración y predicación para que podáis hacer uso de ellos y en unidad, continuar cantando, orando y reflexionando en la Palabra del Señor que nos inspira, fortalece y nos sustenta en la fe, para continuar caminando comprometidamente con su reino y su justicia.

Podréis conseguir los materiales litúrgicos en el siguiente enlace: https://recursos-iee.blogspot.com

Deseamos que el Señor sea con todos vosotros, y os compartimos esta oración escrita por Dietrich Bonhoeffer:

“Reina en mí la oscuridad, pero en Ti está la luz;

estoy solo, pero Tú no me abandonas;

estoy desalentado, pero en Ti está la ayuda;

estoy intranquilo, pero en Ti está la paz;

la amargura me domina, pero en Ti está la paciencia;

no comprendo tus caminos, pero Tú sabes el camino para mí.

En Ti está la luz”

Atentamente:

Pastor Dr. Israel Flores Olmos, Secretario Primero CP

Comunicado Comisión Permanente: llamados a ser portavoces de la esperanza, y la buena noticia en el Señor

Estimados hermanos y hermanas:

Reciban un saludo fraterno de parte de la Comisión Permanente. En este tiempo de preocupación y de tanta noticia de enfermedad y aislamiento, somos llamados a ser portavoces de la esperanza, y la buena noticia en el Señor.

Como iglesia también estamos llamados a orar, a buscar al Señor en la comunión unos con otros y aunque en este tiempo no nos sea posible reunirnos en un espacio físico, sí lo podemos hacer en Espíritu, como diría el apóstol Pablo. Es por este motivo que hemos invitado a los pastores y pastoras de la IEE a sumarse al aporte de lecturas, reflexiones, oraciones o devocionales que podéis ver pulsando aquí.

Como el domingo anterior, también para este próximo domingo os enviamos un aporte para la celebración del culto en casa (pulsar aquí para su descarga) que estará también disponible en la web.

Además de esto os hacemos un llamado para que continuéis orando y también para que sigáis las indicaciones que se nos dan desde las autoridades competentes. Así mismo os invitamos a no hacer caso de cualquier tipo de información que os llegue y sobre todo no distribuirlo sin antes corroborar las fuentes. En cambio, estemos atentos a lo que sucede y sigámoslo con paciencia y tratando de dar ánimos a los que nos rodean. Como en otra ocasiones, la iglesia está llamada a ser luz en medio de las tinieblas, a ser esperanza en medio de la desesperanza y a ser guía en medio de confusiones.

Finalmente compartimos esta oración de a la que bien podemos unirnos:

Señor, Dios nuestro, no permitas que perdamos la esperanza cuando estemos abatidos. Si nos sentimos decepcionados, no permitas que caigamos en la amargura. Si hemos fracasado, no permitas que nos demos por derrotados. Si nuestras fuerzas se han agotado, no permitas que perezcamos, sino concédenos sentir tu presencia y amor. Karl Barth

Esperamos que el Señor os acompañe y que en este tiempo nos permita vivir como lo que somos: la Iglesia del Señor.

Pastor Dr. Israel Flores Olmos, Secretario Primero de la Comisión Permanente

Una invitación a unirnos en oración mañana, miércoles 25 de marzo, a las 12:00 horas

Estimados hermanos y hermanas:

Recibid un saludo fraterno de parte de todos los miembros de la comisión permanente de la IEE. A nombre de nuestro presidente, pastor Alfredo Abad Heras os envío esta invitación que nos hace la Conferencia de Iglesias Europeas (CEC) (Adjunta).

Es una invitación a unirnos en oración el día de mañana miércoles 25 de marzo a las 12:00 del día, orando el Padre Nuestro. Esta iniciativa parte a su vez de una invitación que le ha hecho llegar el papa Francisco (adjunta también) a la CEC (descargar) y a la Comunión Mundial de Iglesia Reformadas (CMIR) (adjunta)

De esta segunda carta, con todo y que consideramos una necesaria acción y buena iniciativa la de orar juntos, desde luego que nos desprendemos de la segunda parte de la invitación, pues tiene un énfasis en una línea de la fe católica romana y de la que disentimos profundamente. Lamentamos que en este tipo de invitaciones, que pretenden tener un talante ecuménico, vengan con estos énfasis.

Con todo, nos unimos a la invitación que se nos hace y la hacemos extensiva a todos los pastores y pastoras, así como a todos los miembros de las iglesias de la IEE para orar juntos.

Paz del Señor. Atentamente:

Pastor Dr. Israel Flores OlmosSecretario Primero CP